
Por. José A. Montoya
Cuba - Entre los años del 1960 al 1980 en que partí de Cuba a estados Unidos sólo recuerdo haber vivido los peores momentos de mi vida pero también los mejores para la época y las circunstancias, porque no dejo de reconocer que en sentido de amistad y cariño en mí época eran los mejores con todo y la gran necesidad que vivía el pueblo cubano, yo en este aspecto fui quizás el peor de los peores miserables en sentido de vivir cómo las ratas, en mi pueblo natal Holguín recuerdo que en 1967 regresamos desde la Habana a vivir a esa ciudad pero ya habíamos vivido en el reparto de Lotería en la ciudad del Cotorro en la Habana, allí vivimos nuestras miserias a la par de la mayoría del pueblo, quizás algunos pudieran haber tenido mejor comodidad pero del hambre ni hablar, en mi caso éramos tan miserables que contarles que no tenía ni zapatos es poco, con todo y que mi familia eran come candela de comunistas, pero eso no valía de nada ya que la miseria imperaba a la orden del día, pero allá durante 11 meses en Holguín en la parte oriental de Cuba se rompió el récord de miseria, para ser breve, vivíamos en una choza de Yaguas y guanos, con piso de tierra y sin electricidad, pero encima de eso llena de huecos por todas partes, y de comida, no la veíamos pasar, que miseria.
“Si el ser humano se ubicara en la verdad y expresara las cosas cómo fueron y son seguramente no estuviéramos viviendo el calvario de hoy día en que los que en un tiempo fuimos personas muy sociables hoy día y cada día más queramos alejarnos de los demás, por precisamente un sólo motivo, se acabó el amor, la amistad y la buena relación en todos los sentidos porque todos estamos contentos y admiramos a otros mientras que no nos llegue el momento de decir “Ni me imaginaba que fuera tan HP”